Capítulo 4
Tras varios días en la ciudad, les invadió el pesimismo y decidieron que no podían hacer nada y morirían. Estaban desesperados y cansados y decidieron que no iban a subir otra vez las placas, puesto que la experiencia con las mismas no había sido muy buena.
Optaron por volver a las montañas, pero no para instalar las placas solares sino para pasar allí sus últimos años, meses o días. .
Cada uno de los miembros del grupo se dirigió a su casa, tendrían que seleccionar las pertenencias: ropa, comida, materiales, herramientas... que se iban a llevar , tendrían que seleccionar lo auténticamente necesario porque no podrían cargar con mucho peso. Y quedaron todos en la plaza de la ciudad para subir juntos a la montaña Castkiel.
A las siete de la mañana comenzaron a caminar; el viaje era muy largo y lo tenían que hacer a pie. Llegarían sobre las cinco de la tarde: una larga jornada que tendrían que plantearse de la mejor forma posible.
A mitad de camino vieron una luz muy luminosa que los deslumbraba y les impedía la visión. Se asustaron, pero no lo pensaron dos veces y decidieron acercarse con cuidado para ver de qué se trataba. Cuando llegaron estaba aterrizando una especie de nave. Una vez en el suelo se abrieron las compuertas y empezaron a salir cientos de alienígenas: verdes, algunos con un ojo, otros dos e incluso con tres, también una, dos o tres patas largas como tentáculos y sin pelo.
Ellos, como era normal, se asustaron mucho y salieron corriendo hacia un matorral donde se escondieron, pero a los veinte minutos vieron que los alienígenas se acercaban a ellos y nos les quedó más remedio que salir.
Zoe: ¿ Quiénes sois ? ¿ Qué queréis de nosotros ?
Lila: No entiendo nada. Esto no tiene sentido.
Había un alienígena con escamas y eso les pareció muy extraño, ya que era el único que las tenía.
Alienígena: Hola, soy el capitán de todo este ejército.
Trunks: ¿ Has dicho ejército ?
Alienígena: Si, eso he dicho, pero tranquilos, no os vamos a hacer nada, queremos ayudar. Para empezar, me llamo Digsno Piras y venimos del planeta Derubio.
Zigor: Hola, Eufasini y yo somos científicos, hemos pensado ir a otro planeta, en un cohete, pero todo lo que hemos preparado no ha funcionado y ya no sabemos qué hacer. En este planeta todo está contaminado, no hay comida ni agua y los animales se están muriendo.
Digsno: No hace falta falta que nos lo digáis. Tenemos puestas cámaras que os vigilan, podemos veros en todo momento, pero vosotros no nos veis. En nuestro planeta hay máquinas muy especiales.
Eufasini: ¿ Nos estás diciendo que nos espiáis cuando vosotros queréis ?
Digsno: Sí, pero eso no es lo importante ahora mismo.
Trisdal: Hola, soy Trisdal, encantada, la mujer de Digsno. Entrad en nuestra nave y yo os daré más detalles,
Hicieron caso a Trisdal y entraron. Dentro había más alienígenas. Algunos llevaban ropa blanca, eran como mayordomos, cocineros, limpiadores, etc... Los llevaron a una sala gigante donde había una mesa rectangular muy grande grande que ocupaba toda la sala. Al rato entraron Digsno y Trisdal.
Trisdal: Sentaos, no estéis de pie todo el rato.
Digsno: Comencemos con la explicación.
Trisdal: Como ha dicho antes Digsno, vamos a ayudaros. No sabéis como conseguir la energía necesaria para hacer el cohete, pero nosotros en nuestra nave tenemos energía en botecitos verdes y pequeños.
Digsno: Yo creo que con unos 50 botes tendríais la energía necesaria para hacer varios viajes.
Zigor: ¿Cómo es eso posible?
Trisdal: Es energía de nuestro planeta, por lo tanto es más potente que la del vuestro.
Lila: Habíamos pensado ir al planeta "Alkibla314", nos informamos...
-Es el más cercano a la Tierra. - interrumpió Eriq.
Digsno: Bueno, en realidad el más cercano es el nuestro, es tan pequeño que no se ve apenas.
Trisdal: Somos pocos, medio millón de habitantes aproximadamente. En los demás planetas hay más de un millón. Por lo que sabemos, están todos habitados excepto el que habéis dicho vosotros, Alkibla 314.
Trunks: Menos mal, porque queremos traer a todas aquellas personas que quieran venir con nosotros.
Zoe: Con 50 botes de vuestra energía se pueden hacer varios viajes. Pero... si en el planeta "Alkibla 314" no hay energía para todas las personas que vayamos, tendríamos el mismo problema que aquí, ¿no?
Trisdal: No, no te preocupes por eso, nosotros iremos a visitaros por si os pasa algo, los primeros días son difíciles ya que no sabéis cómo es ese planeta. Os vamos a ayudar en todo momento. A través de nuestras computadoras vimos que tarde o temprano esto tenía que suceder, así que el año pasado preparamos este planeta para vosotros.
Digsno: Queríamos teneros cerca,
Zigor: ¿ Para qué nos queríais ?
Trisdal: Para... apoderarnos de vosotros y convertiros en alienígenas. Nuestro planeta era el único que sabía algo de vuestra existencia, el resto no. Os necesitabamos para superar el número de habitantes y ser los reyes de todos los planetas.
Eufasini: ¿ Qué ?
Todos se quedaron hechos polvo, ya no confiaban en ellos.
Digsno: No os pongáis nerviosos, hemos cambiado de opinión, hemos decidido que eso no es lo correcto y no nos vamos a apoderar de vosotros, ya que después de conoceros vemos que sois especiales.
Trunks: ¿ Cómo sabemos que es verdad ?
Trisdal: Tenéis que confiar en nosotros.
Lila; ¿ En serio queréis que confiemos en vosotros habie´ndonos dicho esto ?
Pasó un buen rato, sin que nadie hablase. Pero Digsno rompió el silencio y les dijo que , de verdad, no tendrían que preocuparse, que les ayudarían en todo. Lo primero que tendrían que hacer sería montar la base, mientras un grupo de alienígenas prepararían los botes con la energía necesaria para el cohete que iban a construir.
Los chicos se dividieron en dos grupos, consiguieron montar la base a la hora prevista que les dijeron Digsno y Trisdal. Les dieron los botes pero hubo un problema: el hueco que construyeron donde se colocaban los botes era más grande y la energía se escapaba y tuvieron que ir a por más materiales para volver a hacer la base con el hueco más pequeño. Tardaron un poco más, pero lo consiguieron. Quedaron en el que al día siguiente los alienígenas les dejarían más materiales para fabricar el cohete y eso hicieron.
Por la mañana, a primera hora, comenzaron a trabajar todos juntos y acabaron por la noche muy cansados. Solo faltaba poner lo necesario dentro y buscar a la gente que quisiera irse al nuevo planeta: su nuevo hogar. Dieron las gracias a los alienígenas, estos repitieron lo ya dicho: que si necesitaban ayuda, la pidieran y si necesitaban más energía solo tendrían que decírselo. Se despidieron y los alienígenas se fueron a su nave.
Los chicos y los científicos avisaron a toda la población de la ciudad y prepararon el cohete para ellos y para toda la gente que se quisiera ir con ellos. Se subieron muchas personas; algunos, por miedo a lo desconocido, prefirieron quedarse en tierra. Cuando tenían todo preparado, iniciaron el despegue. Todo salió según lo previsto. Tras varias horas de viaje llegaron a su destino, aterrizaron, empezaron a bajar con cautela y se quedaron todos impactados: Era un planeta precioso, con mucho colorido, árboles, casas, edificios enormes, hoteles, restaurantes. A pesar de ser de día había un montón de estrellas que brillaban. Una tremenda alegría invadió sus corazones
Lila: Aquí viviremos genial.
Zoe: Me alegro de haber venido a este planeta.
Trunks: Y de haber hecho caso a Digsno y Trisdal.
Eriq: Son geniales, ¿ Nos estarán viendo ?
Todos incluidos los científicos se quedaron contemplando el cielo y...